viernes, 28 de junio de 2013

LUCHA DEL GARROTE CANARIO


 
LUCHA DEL GARROTE
El enfrentamiento con palos era una práctica común entre los aborígenes canarios, y su origen habría que situarlo en la actividad bélica, aunque también hay referencias que nos indican el carácter lúdico que tenía para los primeros pobladores, antes de la llegada de los conquistadores.

El garrote es un palo realizado en madera, que puede tener diversos tamaños y grosores, y que era una herramienta utilizada por el pastor aborigen, de manera cotidiana, no sólo para el manejo del ganado, principal actividad económica de la época, sino para defenderse de agresiones entre diferentes clanes o grupos que rivalizaban por los pastos y otros asuntos.

La orografía insular obligaba al pastor aborigen al uso del garrote, puesto que lo necesitaba para agilizar sus desplazamientos, en busca de pasto para el ganado.

El pastor canario se desplazaba sólo, con su ganado por diversos parajes insulares, donde a diferencia que en la actualidad no existía poblamiento, ni vías de comunicación por lo que en muchas ocasiones la seguridad podía verse comprometida por la peligrosidad del terreno, a su vez el pastor tenía que hacer incursiones con su ganado en territorios desconocidos en busca de nuevos pastos por lo que podía darse el caso de que existiesen otros grupos utilizando la zona, dando lugar a enfrentamientos.

Al pastor, debido a su aislamiento y a su espíritu sacrificado, le conferían un carácter recio y fuerte, desarrollando una resistencia física y psíquica que no poseían los habitantes localizados en asentamientos.

Los choques entre pastores se definen a través de la Lucha del Garrote siendo el más fuerte y hábil el ganador; de esta manera podemos hablar de un pastor - guerrero, es decir, una persona que cuida de su ganado y a la vez posee la capacidad para dar una respuesta inmediata ante una agresión o invasión de su territorio.

Después de la Conquista, el pastor aborigen mantiene su actividad ganadera conservando su principal herramienta, a la cual se le introduce un cambio fundamental: el puyón o regatón de hierro en uno de sus extremos con el fin de ser utilizado como punto de apoyo.

El pastor, dado su aislamiento, tenía un carácter reservado, siendo los contactos con los colonos muy puntuales, pero se establece una relación simbiótica ya que el pastor necesita algunos objetos o alimentos y los colonos saben que el pastor es el mejor conocedor de las veredas y pastos para el ganado, además de ser un buen proveedor de carne, queso, leche y cueros.

El aislamiento del pastor hace pervivir el uso del palo y del garrote, a diferencia de otras costumbres que se perdieron hasta su reciente recuperación.

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