jueves, 18 de abril de 2013

PRÓLOGO DE FRANCISCO SUÁREZ MORENO EN “EL SOMBRERO DE PAJA”


Prólogo de Francisco Suárez Moreno, cronista oficial e hijo predilecto de La Aldea de San Nicolás que hizo las correcciones y colaboró para hacer realidad la novela “EL SOMBRERO DE PAJA”
El panorama de la narrativa escrita canaria en estos primeros lustros del siglo XXI es rico y diverso aunque deficientemente conocido en toda su dimensión, más en estos momentos de crisis de nuestras editoriales, por lo que los nuevos narradores se ven abocados a planos secundarios. El autor Juan José Medina y esta su primera obra, El Sombrero de Paja —un honor, por muchas razones, presentarla—, no parece de entrada hallarse en el menudo marco circunstancial que encasilla a tantos narradores canarios porque la iniciativa del escritor, junto a sus colaboradores y editores, hacen que su proyecto sea publicado.

Quizás sea una de las peculiaridades del autor, dentro de la narrativa última del Archipiélago, el hecho de que enmarque sus historias en un contexto rural pues, como sabemos, los más conocidos narradores canarios del presente vuelcan sus ficciones, en gran medida policiacas, en las grandes zonas urbanas de las Islas, como es el caso de Alexis Ravelo o José Luis Correa para Las Palmas de Gran Canaria, o de Javier Hernández para Santa Cruz de Tenerife, por poner tres ejemplos significativos.

No conocí Juan José Medina como alumno, cuando sí a muchos de su generación que, de Tasarte, asistían a la Residencia Escolar de La Ladera y al colegio anexo allá por los años setenta y ochenta; aunque, sí, ya más tarde como joven inquieto en el desarrollo cultural de su localidad, la misma de mi familia materna, Tasarte, cuando en 1999 personalmente me invitó, en nombre de la comisión de fiestas, a pronunciar el Pregón de las Fiestas Patronales de San Juan Bautista. De lo que recuerdo es cómo me justificó la elección: «es que sabemos que por su familia eres un tasartero más», o algo así. Luego le perdí el rastro hasta el año pasado en que me contó sus inquietudes musicales y literarias, con el ruego de que leyera el original de este libro y le aconsejara aspectos de contenido y de una futura edición, en lo que, sin ser especialista en la Literatura como arte, me puse de lleno a trabajar.

Entenderá pues el lector las razones por la que presento, a modo de proemio, El Sombrero de Paja de Juan José Medina, obra que por el tema, el espacio y el tiempo de su estructura narrativa me resulta muy cercana; aunque sea toda una narración ficticia de personajes recreada en un espacio real como Tasarte (La Aldea) y demás localidades del lejano Suroeste de Gran Canaria, y en un tiempo histórico real como el de los años anteriores y posteriores a la Guerra Civil española.

¿Qué tipo de obra tiene el lector en sus manos? Es una obra del tipo narrativa de recreación etnohistórica cuya trama proporciona, novelísticamente podíamos decir, una visión de la sociedad tradicional que vino a extinguirse con el Cambio Social de los años setenta, cuando nacía el autor. Una sociedad que conocimos de niño y de ella mil cuentos oímos al calor del hogar, sobretodo del paisaje y su paisanaje, y en especial los relacionados con mi familia materna. Algunos de ellos eran de miedo, como ese en que mi tía abuela Juana Moreno vino en los años veinte de Buenos Aires a Tasarte con un plano donde se ubicaba con precisión un tesoro escondido en Barranco Oscuro, que no encontró, por lo que continuó siendo una quimera.

En toda obra narrativa la elección de cualquier espacio se debe a una motivación especial del narrador que a menudo guarda un significado o quizás una simbología. Y en la trama que Medina urde y recrea por estos singulares espacios de lomas, barrancos, caideros, andenes y altos riscos tienen especial preponderancia sus gentes. Son la suma de cada uno de los personajes creados o no, casi todos relacionados con actividades económicas de antaño, lo que hace que, con sus consecuentes hechos, la obra adquiere un tono de perspectiva crítica, ingeniosa, irónica, cómica… a veces trágica y cruel, con dosis de suspense en medio de aquella sociedad rural, la de nuestros abuelos y nuestras abuelas.

Por tanto, espacio topográfico y personajes con las costumbres socio-religiosas y sus medios de subsistencia, en un tiempo global que no lineal, de construcción móvil, articulan toda la trama literaria, narrada en veintitrés capítulos que coinciden, en su mayoría, con relatos a modo de cuentos, que dan vida así a El Sombrero de Paja; una bonita y entretenida narración de aquel mundo rural de miles de historias, miedos, “perrerías”, apodos, sinsabores, trabajos, diversiones… que ya se alejan de nuestro tiempo (actualmente del Tasarte de los años veinte sólo quedarán vivos una decena de personas); obra escrita con un estilo directo y sencillo, desbrozada entre lo imaginario de

personajes y lo mucho real de situaciones vividas en este lejano rincón insular que no verde pero sí natural, vigoroso y a la vez protegido de Gran Canaria.

Francisco Suárez Moreno

Cronista Oficial de La Aldea de San Nicolás