martes, 23 de julio de 2013

OFICIO CANARIO DE LATONERO O LATERO


 
OFICIO DE LATONERO, HOJALATERÍA

La novela “EL SOMBRERO DE PAJA” deja constancia en sus historias muchos oficios canarios antiguos, entre otros el de latonero, llamados popularmente lateros. Fabricaban todo tipo de utensilios con desechos casi siempre aprovechando las latas de aceite y de conservas, transformándolas en palmatorias, regaderas, faroles, etc.
En Canarias este oficio se conoce con la denominación de latonería, pues la materia prima principal utilizada por los latoneros es el latón. Otra de las características de este oficio es el reciclado de las chapas hojalateras de objetos ya elaborados como latas de aceite.

La latonería es un oficio con gran arraigo en Canarias, que desde hace varias décadas ha visto como desciende considerablemente sus oficiantes. Hasta mediados del siglo XX habían latoneros en casi todas los pueblos de la Isla.

El hojalatero además de ofrecer sus productos en el mercado, también proponía sus servicios para la reparación de aquellas piezas que se estropeaban.

Este es un trabajo que sólo lo realizaban los hombres, y que requería el conocimiento de una técnica de trabajo, que era sencilla a la par que específica y laboriosa. El oficio era de transmisión patrilineal, y siempre se ha desarrollado dentro del contexto familiar.

Hubo épocas de mucha producción, por ello la dedicación era exclusiva, pero hoy ésta es parcial.

Esta ocupación mantiene mucha relación con la herrería, y su centro más activo es Teror, de donde se dice que son los mejores hojalateros de la Isla.

Los productos de hojalata han sido portadores del tipismo canario en fiestas y romerías, desde el momento que dejaron de usarse de manera práctica.

La demanda que existía del producto del latonero ha caído por el cambio de una economía tradicionalmente agrícola a una dependiente del sector servicios. Podemos sumar como factor determinante de la desaparición de este producto la llegada del plástico, la electricidad, y del acero inoxidable que hicieron decaer este tipo de producción.

El taller se localiza en la vivienda familiar, el oficio requiere de un lugar específico dadas las características del trabajo, aunque este no tiene porqué ser de grandes dimensiones.
En el taller se hace indispensable contar con mobiliario específico, una mesa alta de trabajo sobre la que elaborar las piezas y que normalmente se instala en uno de los laterales del recinto, adosada a la pared. En la mesa las herramientas y piezas de hierro que se utilizan como soportes para modelar las planchas de hojalata son: un tubo, el yunque plano, etc. En medio y cerca de la mesa suele haber un gran tronco de madera sobre el que se deposita un yunque plano, empleado para descansar la plancha de metal sobre la que esté trabajando y poder golpearla con el fin de modelarla. Algunos talleres llevan adosado un pequeño almacén donde se amontonan las piezas mayores y el conjunto de la producción no vendida.