martes, 18 de junio de 2013

OFICIOS CANARIOS, TEJEDORAS, EN EL SOMBRERO DE PAJA


OFICIOS CANARIOS, TEJEDORAS

En la novel “EL SOMBRERO DE PAJA” se puede apreciar como nuestros antepasados confeccionaban los materiales y enseres que necesitaban para su vida diaria y cubrir sus necesidades. Hoy se consideran trabajos de artesanía. Con unas telas, aguja e hilo confeccionaban ropa, ropa de cama, colchones, etc.
Las tejedoras, de telar horizontal manual llegaron a Canarias como mujeres de los colonos, y desde ese momento hasta la actualidad, el tipo de telar apenas ha cambiado.
Entre los siglos XVII y XVIII los telares manuales tuvieron un gran impulso, sobre todo por la explosión demográfica, y la relativa incomunicación de las áreas rurales, que debían autoabastecerse, además de disponer de materia prima como la lana en abundancia.
Sin embargo, con la mejora en los transportes y la industrialización de los textiles, en el siglo XIX este oficio empieza a decaer, incapaz de competir con las telas más baratas, abundantes y de calidad que llegaban importadas. Agravado todo ello con la pérdida del mercado colonial americano.
En el siglo XX, la actividad tejedora, abasteció el mercado interno en el período crítico de postguerra.
El oficio de tejedora lo ejercían esencialmente las mujeres del entorno rural, como complemento de sus escasos ingresos en las actividades agrícolas. Trabajaban por encargo y el material, en ocasiones, era suministrado por el propio cliente.
Algunos telares que funcionaban a principios del siglo XX fueron abandonados por la dedicación a otras actividades textiles artesanas que aportaban mayores beneficios, como las rosetas y los calados. En este momento es cuando algunos de estos telares fueron desmontados para aprovechar su madera para hacer muebles aperos de labranza o como leña. Hoy quedan unos pocos.
Las tejedoras ejercen una labor que denominamos doméstica, por lo que su taller suele estar ubicado en la propia vivienda familiar, normalmente en una dependencia destinada a ese fin, ya que el telar no es una infraestructura móvil, donde además se guardan los materiales y se almacena producción. El telar es propiedad de la tejedora.
La tejedora, además del telar manual horizontal, que es el telar tradicional canario, o telares similares importados o modernizados, también necesita de otros utensilios para llevar a cabo su labor, urdidera, devanadera, aspa, canutillos, espadilla, lanzaderas, etc.
Entre las materias primas usadas cabe destacar las de origen vegetal como el lino y el algodón y las de origen animal como la lana de oveja, la seda y la lana de camello. La lana de oveja es una de las más empleadas, sobre todo para la confección de mantas y chaquetas.
Entre los materiales recuperados, podemos encontrar telas de desecho cortadas en tiras, para formar ovillos, con los que se hacen tejidos de gran colorido llamados traperas.
Los tintes usados son: la cáscara de almendra para conseguir un amarillo tostado, la de cebolla para un tono amarillo dorado, la cochinilla, que ofrece una gama de escarlatas y la orchilla y el añil para obtener el azul.