EL SUSTENTO DE LOS ANTIGUOS CANARIOS

La cría de animales fue un gran sustento para los antiguos canarios, cabras, gallinas, conejos, cochinos. Los animales se criaban donde se podía, hasta en la misma casa, en improvisados corrales en los huertos o donde pudiesen. Los pequeños huertos plantados de frutales, hortalizas y todo lo que se podía mitigaron mucha hambre en tiempos de escasez, siendo el agua de vital importancia. Había épocas de sequía en las que se perdía todo en una economía de subsistencia en esos tiempos, pero también venían de forma cíclica grandes temporales de agua que lo destruían todo sembrando la desgracia en aquellos que las padecían. Los manantiales eran de vital importancia por lo que había que trabajar mucho para recuperarlos después de un fuerte temporal que destruía sus precarias construcciones, huertos, acababa con la vida de muchos animales y también se llevaba alguna vida humana. Los barrancos bajaban en sus crecidas como el dueño del terreno con las escrituras en las manos reclamando su territorio, por eso la mayoría de las casas estaban alejadas de los barrancos. Los oficios también aportaban su granito de arena para facilitar los trabajos y la vida cotidiana como los carpinteros, cesteros, latoneros, loceros, costureras, barberos, zapateros, los trabajos con hoja de palma para hacerlas esteras, sombreros, los zurroneros vinculados con el pastoreo. Muchos de estos oficios se mantienen hasta nuestros días así como muchas otras tradiciones que nunca podemos permitir que se pierdan para mantener vivo el espíritu de esos canarios.

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LAS PARTERAS CANARIAS

En los tiempos en que está ambientada la novela “EL SOMBRERO DE PAJA” hay que destacar el importante papel que jugaron en la historia las parteras. Personas que ayudaban a las mujeres a traer a sus hijos al mundo. Fue muy importante esta ayuda sobretodo en los campos donde la atención sanitaria era escasa o inexistente. Un oficio que pasaba de madres a hijas. No dudaban en acudir en ayuda de quien lo necesitara a cualquier hora y en cualquier lugar. La mayoría no cobraba por sus servicios, pero nunca se iban con las manos vacías, salían con una gallina, huevos, verduras, etc. Hay todo un mundo con respecto al nacimiento, las costumbres de velar al niño antes del bautizo, las velas de paridas, los regalos a la parturienta, los bautizos, el zorrocloco, el papel de los padrinos, etc. Igual de importantes también las yerberas, que con su conocimiento de las plantas naturales eran capaces de hacer jarabes y ungüentos para atajar muchos males, que a día de hoy se siguen usando.

Les dejo un trabajo realizado en el IES La Aldea por un grupo de alumnos de Francisco Suárez Moreno, historiador, cronista oficial e hijo predilecto de La Aldea de San Nicolás que colabora en las correcciones y el prólogo de esta novela.

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UNA ESCUDILLA DE SUERO Y GOFIO CANARIO

En la época en que está ambientada la novela “EL SOMBRERO DE PAJA” el pastoreo era una actividad económica importantísima que se mantiene hasta nuestros días. Los buenos quesos canarios siguen siendo apreciados como antaño. El suero formaba parte de la dieta de los canarios de esos tiempos, generosos también con sus vecinos. Aún podemos recordar la imagen de los niños con las lecheras a buscar el suero, haciendo cola para que la señora que hacía el queso se las llenara. Como se decía: “una buena escudilla de leche y gofio y a dormir”. Manjar muy apreciado era el beletén, la primera leche de la cabra recién parida. La imagen de aquel pastor con su garrote, su inseparable perro y el zurrón a la espalda, y en la cintura el cuchillo canario. Conocían perfectamente la orografía del terreno y disfrutaban de los maravillosos paisajes que ofrecen los campos canarios. Hay muchas anécdotas de sus reuniones nocturnas por los lugares de pastoreo. Muchos de los grandes rebaños pertenecían a los señores propietarios de las tierras, ya que no bastaba con intentar criar cabras y dedicarse al pastoreo, había que tener tierras de pasto para alimentar al ganado.

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