lunes, 29 de octubre de 2018

NOCHE DE LOS FINAOS Y RANCHOS DE ÁNIMAS



La Noche de Los Finaos

La Tradición Canaria La Noche de Los Finaos se está recuperando en barrios y municipios de las islas, que están realizando una labor de difusión de esta y otras tradiciones perdidas por el transcurso de los años.

La palabra Finao, que en realidad es Finado, significa ”persona muerta” o ”difunto”.

Es una fiesta popular que se celebra la víspera del Día de Todos los Santos, 1 de Noviembre.

Los más jóvenes cogían la talega y visitaban casa por casa todo el pueblo pidiendo “los santos”:

Tocaban en la puerta y preguntaban ¿hay santos?

La dueña decía que sí, depositando en la talega almendras, nueces, higos pasados o castañas.

Por la tarde la mujer de mayor edad de cada familia recordaba a los muertos, los finados, los que habían llegado a su fin. La madre o abuela contaba anécdotas de los difuntos de la familia y los hacía presentes con sus palabras, mientras tanto, se compartía una merienda a base de nueces, castañas y almendras, acompañadas de vino dulce, anís o ron miel.

Luego llegaba El Baile de los Finaos donde se salía a la calle cantando al son de malagueñas con los Ranchos de Ánimas que con el fresquito que ya anda en estas fechas, las castañas asadas y el ron miel ayudaban a que estas parrandas pusieran la nota de alegría.

Los Ranchos de Ánimas

Hasta el siglo XVII existían en toda España unas Cofradías que se dedicaban a pedir por las Ánimas, y en las Islas existen algunos pueblos que adoptaron esta costumbre. Para el caso de Gran Canaria, los más destacados eran los de San Mateo, La Aldea de San Nicolás, Ingenio, Valsequillo y Teror.
Su objetivo era mantener el culto piadoso por las personas fallecidas; iban por los campos cantando y recogiendo dinero, que luego entregaban a la Iglesia, con el fin de que se celebraran unas misas en su nombre.

Normalmente eran las propias familias de los enfermos las que encargaban a este grupo que fueran a sus casas. Allí se le cantaba a las ánimas de esa familia para que intercedieran por el enfermo que ya mostraba, de esta manera, su disposición ante la muerte.

En este sentido, los Ranchos de Ánimas son una forma cristianizada que retoma un primitivo culto a los muertos, que era muy común en toda el área mediterránea.

El Rancho suele estar formado por hombres y está dirigido por un ranchero mayor, elegido democráticamente, aunque también se suele dar el caso en el que este cargo pasa de padres a hijos; y es que para ostentar este cargo había que tener mucha habilidad mental, además de cualidades para la improvisación.

Durante varios meses se reúnen en distintos lugares para entonar diferentes estrofas, normalmente, comenzaban a principios del mes de noviembre, coincidiendo con la fecha en la que se celebra el día de los difuntos o finados.

Esta práctica comienza con una ceremonia donde se comen diferentes frutos secos como almendras o castañas y donde se entonan algunas octosílabas y otras coplas, normalmente en hexasílabos, y que suelen estar dedicados a varios temas.

Entre los temas usados, cabe destacar los que están dedicados a las almas, a las vidas de santos, o a los milagros, además del tema navideño.