martes, 7 de junio de 2016

ALGUNOS JUEGOS TRADICIONALES CANARIOS







ALGUNOS JUEGOS TRADICIONALES DE CANARIAS

Los juegos que se practicaban eran muy diversos, sobresaliendo los juegos de cartas y fichas. El dómino era de los más populares, que en la actualidad se sigue practicando. Los juegos de cartas eran muy variados, utilizando para ello la baraja española. En Canarias se ha jugado a las cartas desde la conquista. Existen un gran número de juegos: la sanga, entrevesado, el subastado, el envite, briscas, trucos, burros, tutes, cinquillos, la ronda, majo robado, etc.

 También existían los juegos de inteligencia, en los que no intervenía el azar, sino la extrategia e inteligencia de los jugadores. Los más polulares eran el juego del perro, las cabras o la chascona, similares a las damar, as damas marineras, tres en raya, etc. Estos juegos tienen origen guanche y son tableros grabados en piedra.

         También se practicaba la Tángana, esta posee varias denominaciones, tejo, tusa, teje, marro, laja, tangará, etc. Este juego consiste en colocar una piedra en forma vertical y tirarla con una laja a una distancia que dificulte su derribo. Este juego tiene muchas variantes, se coloca encima de la Tángana monedas y quien conseguía derribarla con la laja, tantas monedas como quedaran más cerca de su laja que de la tángana serán suyas y las que queden más cerca de la tángana o encima de ella se quedarán para la siguiente partida.

Las carreras de sortijas o cintas, hoy popularmente llamaba carrera de cintas. También son juegos que se introducen en las islas con la colonización. Su denominación viene determinada por la existencia de un aro o argolla acompañada de una cinta ancha, enrollada en un carrete, con ayuda de una lanza antiguamente, posteriormente pasa a ser un palito, al pasar por debajo cabalgando a caballo, hay que atravesar la argolla o aro, cogerla y la cinta se desenrolla. Este era un juego para las relaciones sociales o de compromiso, puesto que las mujeres solteras colocaban sus cintas enrolladas en los aros, y el chico elegía el aro donde estaba la cinta de la mejer que le gustaba. Este significado con el tiempo va perdiendo fuerza y el caballo va desapareciendo, sustituido después por la bicicleta y más adelante por la moto, pero solo para demostrar habilidad y equilibrio.

Un juego muy popular en los chicos era la bola, o boliche. Era un juego de apuestas y habilidad. Consistía en que dos o más jugadores con su bola la intentasen introducir en un agujero en el suelo llamado guas. Comenzaba a jugar aquel que introducía la bola en el guas, o el que más se aproximara. Tenía que ir eliminando adversarios haciendo chocar su bola con la del contrario. El primer impacto era la media, teniendo que caber holgado el dedo gordo de la mano entre las dos bolas. El segundo toque era la cuarta, aquí tenía que caber la mano abierta estando las bolas separadas a la distancia mínima del dedo gordo una, y el meñique la otra. La tercera era la pata, que tenía que caber el pié en medio de las canicas, y para finalizar meter la bola en el guas. Cuando se fallaba, tanto en el choque de las bolas o al tirar a guas perdía el turno a favor de su contrincante.

El trompo era también un juguete muy utilizado por los niños canarios de la época.

Otro juego era el de la bola canaria, similar a la petanca. El juego comienza al lanzar una bola desde la marca de partida para aproximarse a una bolita con el mayor número de bolas disponible del equipo. Los jugadores van lanzando por turnos.


Con todo, los juegos más practicados por los más jóvenes era el escondite y la cogida. Era muy habitual ver a un grupo de chiquillos jugando, al ser fáciles de realizar, y no depender de materiales ni grandes habilidades.

En cuanto a juguetes, eran de fabricación casera. Estaban los carros, que consistían en hacer un volante de alambre, al que unían a una caña larga y recta. En el otro extremo de la caña, en más ancho, se le hacían unos orificios, por el que pasaba otro canuto de caña más fino, o un alambre, al que le ponían dos ruedas hechas con pencas de tunera.

Las pelotas de fabricaban con una media o calcetín, rellenado de trapos o rejos, y con ella se jugaba a diferentes juegos, pero principalmente al fútbol.

 Ya en otros tiempos posteriores, cuando existían los coches y motos se fabricaban los juguetes con las piezas desechados de éstos. Con la rueda de un coche, cuando ya los mayores habían aprovechado la goma para todo tipo de usos, como suela para reparar zapatos, zapatas de freno para las bicicletas, etc. Se quemaba, para sacar la parte metálica, que era como un aro de cable de acero. Lo siguiente era elegir un trozo de caña, introducirle un alambre, con el que daban forma para introducir la pieza de madera redonda del carrete de hilo de coser. Con la caña en la mano, pegaban el carrete al aro y lo hacían girar.

Otro de los juegos era la rueda usada de una moto y un palo. Se le daban palos a la rueda para hacerla girar, y las curvas se hacían apoyando el mismo palo en los laterales de esta mientras giraba.

Otro juguete muy popular era las llantas despojadas de los radios, aquí se utilizaba tanto las de las bicicletas, más ligeras, como las de las motos. Se hacían girar con un palo que agarraban con la mano, y lo apoyaban a ésta, al empujar la hacían rodar. Para los giros en las curvas utilizaban la misma técnica que para las ruedas, con el mismo palo se presionaba en el lateral contrario al que se quería virar.