En esos tiempos muchas de las
personas que viajaban eran jóvenes, y sobre todo varones. Muchos de ellos buscaban
fortuna, otros una vida mejor para poder ayudar a las familias que quedaban
atrás, y otros para evitar el largo y duro servicio militar. Muchos de ellos no
solo dejaban atrás a la familia, sino también a la novia.
Una vez establecidos en la
nueva tierra y en edad de formar una familia, ya con su residencia y trabajo
estable contraían matrimonio con sus novias canarias. Al encontrarse a tanta
distancia, lo largo y costoso del viaje, y ante la negativa del padre de la
novia a que viajara sin estar casada... la solución de miles de canarios
fue la de realizar matrimonios por poderes.
Generalmente el novio se
dirigía a las oficinas consulares o embajadas que había en esos países y
solicitaba la boda por poder. Igualmente la novia hacía lo mismo en la iglesia
de su pueblo y tramitaban toda la documentación. Una vez solucionados todos los
trámites administrativos se celebraba la boda. La novia generalmente iba a la
iglesia de la mano de su padre que sustituía al novio. Se celebraba el enlace
con fotos incluidas, y en ocasiones con celebración del enlace.
El tierras americanas la
imagen era similar. El novio acudía al enlace acompañado de alguna mujer, ya
fuera familiar o amistad y celebraban el enlace. Por lo general el novio ya
había enviado previamente el billete de barco para que la ya esposa embarcara y
semanas más tarde llegara a su lado para comenzar una vida en común.
Otra de las curiosidades era
que ambos juntaban las fotos de la boda, y de forma artesanal los fotógrafos de
la época juntaban las fotos y sacaban a la novia y al novio juntos danto la
sensación de que se habían casado juntos. Cuidaban hasta el último detalle.
Esto era por lo general lo que
se hacía, pero hay muchas otras curiosidades, trámites y vivencias, que quien
las conozca puede aportarlas y aprender todos muchas más cosas sobre las bodas
por poderes de los antiguos canarios emigrantes.
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