jueves, 19 de septiembre de 2013

SEGUIDILLAS CANARIAS


Interpretan: José Manuel Ramos, Olga Cerpa y Parranda de Cantadores.
 
 
SEGUIDILLAS CANARIAS

Se cree que este canto proceda del área de Castilla, Alta Andalucía y Extremadura.
Este canto responde a un molde común en todas las Islas, aunque hay variantes en cada una de ellas. En Gran Canaria esas variedades son: las corridas y el baile de la cunita.

En el caso de las primeras, éstas son parecidas a las robadas, sólo que en lugar de "robarse" el último verso, el siguiente solista continua de "corrido" con una nueva estrofa.

Las seguidillas de Gran Canaria si las comparamos con las de Lanzarote o las de Tenerife, son mucho más vivas y alegres.

Las segundas, son una modalidad que hemos localizado en el municipio de Guía, que es bailada alrededor de una cuna, y tiene un marcado carácter navideño. En ella los hombres y las mujeres giran en sentidos opuestos renovándose así las parejas.

El baile de la cunita es una figura de la seguidilla que se solía bailar por los niños del lugar en la Misa del Gallo, el 24 de diciembre en torno a la media noche, en el momento del besapiés y era concebido como una ofrenda al niño Jesús.

Se trata de un baile colectivo, en el que las parejas bailan sueltas. De hecho, durante el transcurso de la danza se van haciendo cambios de pareja que vienen facilitados gracias a que la mujer y el hombre hacen los giros hacia lados opuestos.

La forma más usual de bailar las seguidillas, en Gran Canaria, es con la seguidilla de cuadro, en la que al final de cada copla, se invita al público al acompañamiento con palmas hasta la llegada de la siguiente copla.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

EL SOMBRERO DE PAJA EN RADIO JUVENTUD


Entrevista al autor de la novela “EL SOMBRERO DE PAJA” en Radio Juventud.

OFICIOS CANARIOS EN EL SOMBRERO DE PAJA


 
OFICIOS CANARIOS, CESTERÍA DE PÍRGANO

La novela “EL SOMBRERO DE PAJA” se ocupa en sus páginas de los antiguos oficios de los canarios que vivieron en la época de los años 20 a los 40 del siglo pasado. La población para cubrir sus necesidades tenían que fabricarse sus propios utensilios para el trabajo diario. A las cestas de pírgano les llamaban también cestas pedreras por ser utilizadas para trabajos de desescombro en la construcción de tierras de cultivo, obras, caminos, etc.
Este oficio está asociado a la elaboración de cestos con el nervio central de la hoja de la palmera o pírgano, de ello se deriva que la producción es eminentemente masculina, debido a la considerable fuerza física que requiere el trabajo sobre esta materia.
En Gran Canaria, este oficio está asociado a la disponibilidad de palmerales importantes, pero también a su utilización como contenedor para el transporte de elementos muy pesados, de ahí que se vincule a las actividades constructivas, tanto de edificaciones como de carreteras, así como a las zonas dedicadas a monocultivos de explotación.
Actualmente quedan muy pocos cesteros de pírgano dado el abandono progresivo de la economía basada en la agricultura y la ganadería sectores que demandaban estos cestos artesanos.
El artesano es propietario de su taller, situado en un alpendre o cuarto aledaño a la vivienda familiar, ya que necesitan lugares espaciosos y fáciles de limpiar. Algunos cesteros disponen de otra habitación para separar el almacén de piezas acabadas del depósito de materias primas.
Esta labor se caracteriza, entre otras cosas, por la poca complejidad de los utensilios que necesita para realizar el trabajo.
Utensilios de cortar como: la hoz, los cuchillos (para abrir el pírgano, astillar y hacer las correas) o las podonas.
Utensilios de abrir como: las agujas de madera o cuñas (para separar las varas y meter las puntas).
Utensilios para rematar como: los mazos y martillos.
Tradicionalmente, los únicos materiales que han necesitado estos artesanos son la caña y el pírgano, de este se utilizan las tres partes de las que consta: lascas, farisca y costilla. El pírgano empleado por los artesanos proviene de la palmera canaria especie endémica de las Islas Canarias.
Habitualmente los cesteros de pírgano son también escoberos y de hecho, usan el pírgano para hacer los cestos, y la palma para la realización de las escobas.
Es usual que el propio artesano sea el que recolecta la materia prima, pero también se dan casos en los que ha de adquirirla comprándola a los dueños de los palmerales.