domingo, 15 de diciembre de 2013

LOS INDIGNADOS DE CLAVE CANARIA






           Esta novela es una ficción de lo que podría ser una realidad, en la que recoge el sentir de la calle, la indignación, porque en mayor o menor medina todos estamos indignados por la actual situación. Vivimos una crisis económica creada por la gran miseria política que vivimos, que junto a bancos, instituciones financieras y grandes empresas globalizadoras manejan los destinos de miles de ciudadanos como si fuera una partida de monopoly, pensando en sus intereses particulares en detrimento del interés general, que con el tiempo se va a convertir en su propia desgracia, pero como es sabido desde siempre, solo las desgracias son compartidas.

         En muchos lugares hay políticos honrados e íntegros que luchan por el interés general y cumplen con sus obligaciones públicas, pero esta labor queda empañada por la desfachatez de otros, que o bien son corruptos, o simplemente amparados por la ley hacen todo lo contrario a lo que la ética y sus obligaciones como mandatarios públicos se les exige por parte de quienes les eligen.

         Es cierto que entre ellos hay muchas voces que lo denuncian y casi no se les oye, o no son noticia de interés en los grandes medios de comunicación. Otros en cambio, aunque sean éticos y honrados callan ante estas tropelías por puro corporativismo, porque pertenecen a la misma organización política, compromisos, pactos, etc. pero con su silencio se convierten en cómplices directos de los corruptos que emplean estas malas prácticas ganándose que el pueblo califique a todos los políticos por igual, sean honestos o no, poniendo en peligro el sentido de la democracia, pero ellos mismos son responsables por no alzar la voz dentro de sus organizaciones o pactos para tratar de apartar de la política a aquellos que no son merecedores de ocupar cargo público alguno.

         El pueblo con su pasividad y miedo es también culpable de que estemos en la actual situación, por no valorar la lucha de sus antepasados para que hoy gocen de muchos derechos que costó muchos años de lucha y sangre, y ahora se borran de un plumazo sin contemplación alguna. Cierto es también que muchos luchamos y nos dejamos oír, pero por desgracia no somos la mayoría.

         Solo un pueblo culto y luchador es capaz de sobreponerse a las adversidades, luchar y conseguir sus objetivos, pero de eso también se han ido ocupando poco a poco la clase dirigente, teniendo una educación pésima desde hace muchos años. Por mucho que se presuma de universidades, de modernos centros educativos, etc. lo cierto a día de hoy es que tenemos un sistema educativo mediocre comparado con otros países de nuestro entorno.
            
          La gran realidad de esta crisis es que los ricos son cada vez más ricos y, el pueblo cada vez más pobre, ya que permitiendo que los trabajadores pierdan derechos y salarios lo único que están consiguiendo es que la pequeña y mediana empresa, que es el motor económico de cualquier sociedad, tenga los días contados llevando al empobrecimiento general de la sociedad.

         Esto no es una casualidad, las grandes empresas españolas quieren convertirnos en mano de obra barata, ya que están acostumbrados a fabricar sus productos en países en vías de desarrollo o subdesarrollados donde explotan a esa pobre gente en condiciones infrahumanas para aumentar sus márgenes de beneficio, y en eso quieren convertir a la sociedad española, en esclavos que trabajen a bajo costo para ellos seguir enriqueciéndose, pero ¿a quién van a vender esos productos si los potenciales compradores no los pueden comprar? La respuesta es clara, les da igual, venden donde encuentren compradores, porque ellos solo buscan el lucro personal a costa de lo que sea, y si aquí no hay compradores, habrá otros lugares. Lógicamente hacen estas prácticas porque la legislación se lo permite, y se ocupan de que no cambie, o que los cambios les sigan beneficiando, para eso financian a los partidos políticos. Lo que está demostrado es que en una sociedad donde hay 40 ricos y 4 pobres es un país próspero y libre, pero donde hay 4 ricos y 40 pobres es un país de esclavos, y en eso nos están convirtiendo la clase política y empresarial dominante, siguiendo las órdenes de terceros países, que son los que de verdad se están beneficiando de nuestras desgracias.

         Esta tierra canaria ha sufrido el desprecio y desconsideración de la metrópolis durante toda su historia. Pero no debemos olvidar que han sido los propios canarios, tanto políticos como grandes empresarios los que nos han vendido en beneficio propio y de sus allegados, desde los nobles guanches, que en su día se vendieron a la corona española, y con ellos a su gente a cambio de tierras y concesiones, hasta la clase política actual, porque no ha habido en la historia mayor enemigo para esta tierra que sus propios mandatarios y la burguesía a la sombra de estos.

         En este relato he tratado de entretener, mostrar las realidades diarias y el sentir de la calle, de las gentes indignadas por la situación política y económica que estamos viviendo, mezcladas con la ficción propia de una novela. He tratado también de denunciar lo que desde mi humilde punto de vista  veo mal, desde abajo hacia arriba en todas las capas de la sociedad, porque la falta de ética y honradez se nota en todas las clases sociales, pero bien es cierto que si los de arriba y, sobre todo la clase política, no da ejemplo, no pueden pretender que el resto de la sociedad no actúe como ellos.