En tiempos tan difíciles como los
que corren para la cultura, Roberto Jiménez se ha lanzado a la aventura de
publicar su disco “CUENTA ATRÁS” con sus medios y sus propias letras, sin el
apoyo de ningún sello discográfico. Un disco compuesto por siente canciones de
amor y desamor con las que el joven cantautor canario de 23 años quiere darse a
conocer. Recorriendo diversos locales y auditorios el artista va dando a
conocer al público su recién estrenado trabajo, además de desplazarse a la
península para actuar.
Rober Jiménez comienza en el
mundo de la música desde muy temprana edad, con solo cinco años, de la mano del
desaparecido timplista José Antonio Ramos. Ingresa en el Conservatorio Superior
de Música de Las Palmas a la edad de siete años hasta los dieciséis donde cursa
estudios de viola, piano y lenguaje musical.
Su pasión por la música lo llevó
a cursar estudios de trompeta en la Escuela Musical de Enseñanzas Musicales.
El gusto por la música lo hizo
elegir la carrera de magisterio en la especialidad de música.
Con la idea del disco en su
cabeza se rodeó de amigos y familiares a los que hizo partícipes del mismo y se
decidió a grabar con la ayuda de Aythami Navas, técnico de sonido que se
encargó de dar calidad sonora a este trabajo, a través de su empresa Play
División Audiovisuales.
También contó con la colaboración
de músicos y voces como: Amir Cruz, Yudit López, Alba Hernández, Beatriz
Bordón, Elena Suárez, José Agustín Hernández, David Crespo, Eduardo Jiménez y
Octavio Suárez.
Esta arriesgada apuesta,
financiada por el propio cantautor, sigue recorriendo los principales
escenarios grancanarios, pero preparado para dar el salto al resto de islas y
otros mercados que se presenten con el fin de hacerse un hueco en este difícil mundo
del panorama musical, agravado por la crisis económica que vivimos, que se ceba
de manera despiadada sobre los movimientos culturales.
Una apuesta arriesgada, pero
valiente, con temas propios e inéditos, sin recurrir a versionar, buscando un
estilo propio tan echado de menos estos últimos años, reivindicando el papel
fundamental que siempre han tenido los cantautores a lo largo de la historia de
la música. Con ello demuestra también el talento de los artistas canarios, tan
poco valorados y poco conocidos por la sociedad canaria.
Con este texto quiero felicitar a
Rober Jiménez, animarle a que siga luchando por sus sueños y a la vez
reivindicar a la sociedad canaria que se interese y valore a nuestros artistas
para ayudarles a salir adelante y no queden en el olvido, o esperar a ver si
triunfan fuera y luego recordarlos con nostalgia desaparecidos con el paso de
los años. Si echamos la vista atrás y vemos a grupos y artistas canarios, más
los que se quedaron en el camino hacia el éxito, canarias ha sido, puede ser y
es una potencia cultural, solo tenemos que creérnoslo y apostar por ello, y no
solo desde las administraciones, sino también por la propia sociedad canaria.