En Canarias la casa rural popular
estaba elaborada con los materiales más cercanos a los solares de construcción,
se usaba piedra, madera, barro, teja y la cal. La piedra fue básica, empleándose
sin labrar o ligeramente modificada en escuadras. Las más grandes se usaban en
las esquinas, las pequeñas y cascotes para las paredes y ripiar. Para los
sillares, se escuadraban toscamente, se usaban en el contorno de los vanos, en la
puerta y las esquinas.
Los techos de las casas eran por lo general a dos aguas,
y también los había a cuatro. Una gran viga que cruzaba la vivienda de un
extremo a otro. Entre la viga y las paredes se colocaban vigas menores. Sobre
estas se colocaban astillas de tea o tablas de madera, pero generalmente cañas
porque se conseguían con facilidad o a menor coste. Encima una mezcla de barro
y paja, y al final tejas que hacían de aislante para el agua. Las casas más
humildes eran de piedra vista, aunque también mezclaban cal con barro para
encalar y aislar de los elementos. En tiempos antiguos el suelo estaba hecho de
piedras y barro y ponían esteras de palma para cubrirlo, algunas, de gente más
pudiente, estaban cubiertas de tablones de madera de pino.