Vizconde del Buen Paso
En la segunda mitad del siglo XVII, los escritores canarios más destacados cultivaron la poesía
lírica, en la que
trataron temas de carácter filosófico, moral o religioso.
En esa época, la isla de La Palma
vivió un momento de gran esplendor literario y cultural: allí surgió un grupo
de poetas en el que sobresalen los nombres de dos autores: Pedro
Álvarez de Lugo y Usodemar (1628-1706) y Juan Bautista Poggio.
En la poesía religiosa canaria del siglo XVII destacó la figura de fray
Andrés de Abreu.
La obra más importante de este autor,
Vida de san Francisco de Asís (l692), es un poema
barroco: incluye imágenes
y metáforas exageradas, así como violentos hipérbatos para dar a la vida del
santo un carácter misterioso y solemne.
El contenido y la forma de esta obra
remiten a la imaginería y los retablos barrocos. Fray Andrés de Abreu
representa lo religioso con rasgos
humanos, característica
que relaciona su obra con la de Cairasco.
San
Francisco, Fray
Andrés de Abreu
Ya rompe de sus engaños
la naturaleza el velo;
cárcel es la propia casa;
cadenas los parentescos.
Entre los hierros,
Francisco, 5
extraño a los desconsuelos,
les llora en dulce dolor
la tardanza, no el
tormento.
Cortés, la cadena dura
gime el rigor, grita el
hierro, 10
y Francisco en los
agravios2
se halla obligado, no
preso.
Ausente el airado3 padre,
acude el amor materno
a rendirle, y más combate 15
lo amable que lo violento.
[…]
Ira y codicia al esposo
cegaron, y estos excesos
enmendó el amor, que osado
fue entre los dos menos
ciego. 20
A disgustos superiores
le da libertad. ¡Oh, pecho
de madre, en quien puede
más
la compasión que el
respeto!