OFICIOS
CANARIOS, TEJEDORAS
En
la novel “EL SOMBRERO DE PAJA” se puede apreciar como nuestros antepasados
confeccionaban los materiales y enseres que necesitaban para su vida diaria y
cubrir sus necesidades. Hoy se consideran trabajos de artesanía. Con unas telas,
aguja e hilo confeccionaban ropa, ropa de cama, colchones, etc.
Las
tejedoras, de telar horizontal manual llegaron a Canarias como mujeres de los
colonos, y desde ese momento hasta la actualidad, el tipo de telar apenas ha
cambiado.
Entre
los siglos XVII y XVIII los telares manuales tuvieron un gran impulso, sobre
todo por la explosión demográfica, y la relativa incomunicación de las áreas
rurales, que debían autoabastecerse, además de disponer de materia prima como
la lana en abundancia.
Sin
embargo, con la mejora en los transportes y la industrialización de los
textiles, en el siglo XIX este oficio empieza a decaer, incapaz de competir con
las telas más baratas, abundantes y de calidad que llegaban importadas.
Agravado todo ello con la pérdida del mercado colonial americano.
En
el siglo XX, la actividad tejedora, abasteció el mercado interno en el período
crítico de postguerra.
El
oficio de tejedora lo ejercían esencialmente las mujeres del entorno rural,
como complemento de sus escasos ingresos en las actividades agrícolas.
Trabajaban por encargo y el material, en ocasiones, era suministrado por el
propio cliente.
Algunos
telares que funcionaban a principios del siglo XX fueron abandonados por la
dedicación a otras actividades textiles artesanas que aportaban mayores
beneficios, como las rosetas y los calados. En este momento es cuando algunos
de estos telares fueron desmontados para aprovechar su madera para hacer
muebles aperos de labranza o como leña. Hoy quedan unos pocos.
Las
tejedoras ejercen una labor que denominamos doméstica, por lo que su taller
suele estar ubicado en la propia vivienda familiar, normalmente en una
dependencia destinada a ese fin, ya que el telar no es una infraestructura
móvil, donde además se guardan los materiales y se almacena producción. El
telar es propiedad de la tejedora.
La
tejedora, además del telar manual horizontal, que es el telar
tradicional canario, o telares similares importados o modernizados, también
necesita de otros utensilios para llevar a cabo su labor, urdidera, devanadera,
aspa, canutillos, espadilla, lanzaderas, etc.
Entre
las materias primas usadas cabe destacar las de origen vegetal como el lino y
el algodón y las de origen animal como la lana de oveja, la seda y la lana de
camello. La lana de oveja es una de las más empleadas, sobre todo para la
confección de mantas y chaquetas.
Entre
los materiales recuperados, podemos encontrar telas de desecho cortadas en
tiras, para formar ovillos, con los que se hacen tejidos de gran colorido
llamados traperas.
Los
tintes usados son: la cáscara de almendra para conseguir un amarillo tostado,
la de cebolla para un tono amarillo dorado, la cochinilla, que ofrece una gama
de escarlatas y la orchilla y el añil para obtener el azul.
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